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| Prolog: El Lenguaje detrás de la Inteligencia Artificial |
Por Licda Josmir Pérez
La Inteligencia Artificial (IA) se define, según expertos como Kurzweil, como el arte de crear máquinas con la capacidad de realizar funciones que, de ser ejecutadas por personas, requerirían de inteligencia. Este campo de estudio no solo busca que las computadoras realicen tareas que los humanos actualmente hacen mejor, sino que se enfoca en la explicación y emulación de la conducta inteligente mediante procesos computacionales. En este contexto, surgen distintos enfoques: máquinas que actúan o piensan como humanos (basándose en ciencias cognoscitivas) y aquellas que actúan o piensan racionalmente, buscando siempre tomar la mejor decisión con los recursos y conocimientos disponibles.
Para alcanzar estos objetivos, se utiliza Prolog, el lenguaje más difundido en la programación lógica. A diferencia de los lenguajes imperativos tradicionales, Prolog es declarativo; esto significa que el programador describe "qué es cierto" sobre un problema mediante hechos y reglas (cláusulas), en lugar de dar instrucciones paso a paso sobre cómo llegar a la solución.
El sistema utiliza mecanismos internos como la unificación para manipular datos y la reevaluación (backtracking) para buscar soluciones dentro de un espacio de posibilidades. Esta metodología es ideal para abordar problemas que no tienen soluciones algorítmicas satisfactorias o que requieren el manejo explícito del conocimiento.
Las aplicaciones prácticas de Prolog demuestran su versatilidad en el mundo real. Se utiliza en el desarrollo de Sistemas Expertos que simulan el razonamiento de especialistas humanos, así como en el Procesamiento de Lenguaje Natural (NLP) para manipular símbolos y estructuras lingüísticas complejas. Casos notables incluyen el sistema de IBM para la asignación de aviones en líneas aéreas, el diseño experto de anteojos a la medida, la verificación de circuitos digitales de Siemens y hasta el configurador de red de Windows NT, el cual utiliza un intérprete interno de Prolog para generar la mejor configuración de componentes de software y hardware.
Entender este lenguaje es, en esencia, entender cómo sistematizar tareas intelectuales. Programar en este lenguaje es como describirle a un bibliotecario las características de un libro que buscamos, en lugar de recorrer nosotros mismos cada estantería; el sistema, gracias a su base de reglas y hechos, se encarga de localizar la respuesta por nosotros.
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| Licda Josmir Pérez |
