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Bad Bunny y el Super Bowl |
El rugido de una generación, la bandera de todos los que sueñan, resisten y crean desde el idioma más vivo del planeta. Cómo un artista nacido en Puerto Rico se convierte en símbolo cultural, económico y político del nuevo poder latino, es un golpe maestro del pop latino.
Por: Pavel De Camps Vargas
Por primera vez en la historia del Super Bowl, el espectáculo del medio tiempo no será solo entretenimiento: será una declaración de identidad continental. El anuncio de que Bad Bunny será la estrella principal del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LX (2026) no solo ha encendido las redes: ha sacudido las placas tectónicas del entretenimiento global. El artista puertorriqueño que transformó el reguetón en un idioma universal, ha sido confirmado como protagonista del show del Super Bowl LX (2026), el evento televisivo más visto del planeta.
Benito Antonio Martínez Ocasio —el hombre detrás de Bad Bunny— es mucho más que un fenómeno musical. Con más de 100 millones de streams diarios promedio, el artista domina las plataformas digitales, encabeza festivales y redefine las fronteras del pop global.
La NFL, en su intento por rejuvenecer su audiencia y ampliar su alcance latino, encontró en él la figura ideal: carismático, irreverente, global. La noticia, confirmada por Pitchfork y Billboard, desató una avalancha de reacciones, tanto de euforia como de escepticismo.
Un artista, un continente
Bad Bunny no representa a un país: representa una generación entera.
La NFL, consciente del envejecimiento de su audiencia y de la fuerza del público latino, ha encontrado en él el vehículo perfecto para reposicionar el Super Bowl como evento global. Y lo ha hecho en un contexto donde lo latino ya no es exótico, sino protagónico.
Los argumentos del “sí”
Las estadísticas son claras. Desde 2020, los artistas del halftime show han experimentado un incremento promedio del 200 % en streams de sus catálogos durante la semana posterior al evento.Los números hablan por sí mismos. Según Billboard y Spotify Data, los artistas del medio tiempo multiplican por dos o por cinco su consumo en streaming tras su actuación.Usher creció un 550 %, Rihanna un 140 %, y Dr. Dre un 245 %.
En el caso de Bad Bunny, el simple anuncio de su show ya provocó un aumento del 31 % en reproducciones y más de 18 millones de streams adicionales en un solo día. Y eso fue solo el preludio.
El siguiente cuadro resume las proyecciones estimadas tras su presentación:
Escenario | Streams Día Show | Streams Semana | Streams Mes | Ingreso Extra Día (USD) | Ingreso Semana (USD) | Ingreso Mes (USD) |
�� Conservador | 150 M | 1,400 M | 3,600 M | $250,000 | $3.5 M | $3 M |
�� Moderado | 220 M | 1,750 M | 3,900 M | $600,000 | $5.25 M | $4.5 M |
�� Optimista | 300 M | 2,800 M | 4,500 M | $1 M | $10.5 M | $7.5 M |
Las proyecciones económicas estiman que su participación podría generar entre 5 y 15 millones de dólares adicionales en ingresos por streaming, licencias y patrocinios.Pero el valor real va mucho más allá del dinero: está en el poder simbólico de ver a un latino ondear su bandera y la de todos en el escenario más visto del planeta.
Las críticas, ruido, contradicciones
Más allá del dinero, el poder de la influencia
El espectáculo será más que un concierto: será una declaración. Una puesta en escena de lo que el siglo XXI ya es —una sociedad multicultural, bilingüe y digital.
La emoción de un continente
Cuando Bad Bunny grite sus primeras palabras en ese escenario, cada latino sabrá que también está allí:
● El joven que emigró de Caracas a Miami buscando futuro.
● La madre dominicana que trabaja dos turnos y aún canta “Ojitos Lindos” al cerrar la noche.
● El mexicano que maneja por la I-10 con su radio sintonizado en reguetón.
● La abuela boricua que ve a su nieto triunfar donde antes nadie creía posible.
Su actuación no será un show, sino una reivindicación colectiva: la historia de una comunidad que fue marginal y hoy define el pulso cultural del mundo.
República Dominicana: la isla que late con él
Puerto Rico de isla a bandera universal
Más que un show: una bandera
“Latinoamérica no está en los márgenes del mundo. Latinoamérica es el corazón del mundo.”
Y por primera vez en la historia del Super Bowl, la ovación más grande hablará nuestro idioma.
Si Bad Bunny logra lo que todos esperan, no será solo el primer puertorriqueño en reinar en el medio tiempo, sino el artista que marcó el punto exacto donde la cultura latina dejó de ser tendencia para convertirse en estructura.
Y, desde ese día, el idioma del entretenimiento global sonará, inevitablemente, con acento boricua, más bien será la voz de todos los que están siendo perseguidos y nos pondrá a gritar con sus canciones. “Si no entendiste lo que acabo de decir, tienes cuatro meses para aprender”.
“El futuro de Estados Unidos es bilingüe, diverso y profundamente latino. Entenderlo no es una amenaza, es una oportunidad.”