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| Donald Trump, ¿qué democracia de qué? |
Si, parece un chiste, pero es anécdota. Y es la historia que se nos ha querido vender sobre la recuperación de la democracia, la eliminación del narcotráfico y la liberación finalmente del pueblo hermano de Venezuela. “Crónica de una invasión anunciada”, pero antes de entrar en detalles, no nos confundamos, por supuesto que sufrimos y apoyamos que Venezuela sea libre. Pero en la forma se pierde el fondo, una cosa es liberar este pueblo en nombre de la democracia y otra muy difícil es querer utilizar la libertad y el narcotráfico como caballo de troya para tener el control total del patio trasero de Norte América.
Seamos analíticos, si el baluarte de Estados Unidos, si su interés principal en el extranjero es recuperar la paz y la tranquilidad de los pueblos. ¿Porque no ha implantado este plan en Haití? O más cerca de la Florida aun, ¿porque no ha implementado en Cuba este proyecto de caridad humana? ¿O no vale igual la libertad en La Habana que en Caracas? ¿No es la democracia igual de necesaria en Puerto Príncipe lo mismo que en Venezuela? Pero “esto no se llama amor” dice Andrés Cepeda en una famosa canción.
Lo que no son iguales son los beneficios que existen en la tierra de Venezuela contrario a las tierras de Haití, al igual como no es estratégicamente perfecto la geolocalización de Venezuela como la locación de Cuba. Y ni hablar de que teniendo a Venezuela bajo el brazo se sumaría otro país al apoyo a una de las potencias más grandes del mundo. ¿O cuál sería la metodología de pago para esta deuda eterna que tendría el pueblo de Venezuela con EEUU?
“Cuando la limosna es grande hasta el santo duda” reza un refrán muy usado en el ardor popular.
Lo cierto es que el disfraz de democracia y narco terrorismo le queda pequeño a las razones que existen detrás de la intervención en Venezuela.
Lo triste de la historia, en nuestro país al menos, son las posibles consecuencias que existirían en toda Latinoamérica si ocurriera de forma violenta una ocupación en el país hermano: Venezuela.
Lo que no se nombra es -y quizás sea la razón por la cual no ha ocurrido aun- que Nicolas Maduro tiene dos hermanos mayores que no inciden y tienen intereses e inversiones en ese país. Quisiera preguntar, ¿Habrá pensado Trump en una carta confirmación de compromisos de apoyos que según autoridades de Venezuela recibió Maduro de parte de Putin? Pero, ¿qué hay de Irán y China?
¿Está realmente solo Maduro?
Mientras analizamos la situación de nuestros vecinos, convendría que nos preguntáramos como país ¿A quién tengo yo como amigo? ¿Qué es lo que ven las potencias mundiales en mi como país?
