Lic. Joan Miguel Burgos Taveras.
Varios profesionales diversos, desde psicoanalistas, antropólogos, sociólogos, etc han combinado estudios disciplinados y han descubierto la función de los chamanes, que tienen una fuerte semejanza con los terapeutas familiares actuales, aún con usos de otros mecanismos, como estos fungían ante la sociedad antigua, datando desde épocas prehistóricas, y gracias a las numerosas investigaciones, se han podido comprender algunos símiles entre el chamán y el terapeuta familiar.
Este trabajo busca presentar estos símiles analizando los documentos presentes y también examinar aspectos diversos en la terapia familiar moderna que podemos extraer, incluyendo de culturas como la mapuche, o los navajo o Nativo Americanos.
- Desarrollo
En cuanto a lo que terapia familiar se refiere, sus orígenes más antiguos datan desde al menos la era prehistórica, o al menos 35,000 años. (Dubois, 2017), (Bednarik, 1990), los primeros exponentes fueron los chamanes, cuya existencia data del paleolítico, además de trabajar con los estados alterados de la consciencia, ganándole un interés antropológico, especialmente, dado a que los chamanes también cooperaban con las situaciones a nivel comunitario.
El chamanismo es una práctica relacionada a la medicina tradicional, teniendo bases al éxtasis, basando su experiencia, y haciéndolo diferente al terapeuta.
La consideración del chamán fue algo objeto de discusión entre investigadores (Rieken, 2014), especialmente con el nexo a la actitud dualista, enlazando el mundo de los vivos y el de los muertos, o el mundo de los espíritus, asociando los espíritus como autoridades sobre la tierra y todo lo que sucede en ella, y como tal, responsable de los males.
Al igual que el terapeuta moderno, los chamanes necesitaban conocimientos específicos y entrenamiento especial, que llevaba a una transformación especial, esto solía incluir:
-Vocación por el otro mundo en la forma de enfermedades, visiones y sueños, pero acorde a lo de uno propio, eso es, como resultado de la exclusión social.
-Aprendizaje con otro chamán para saber las estructuras del mundo invisible y sus diagnósticos, enfermedades y técnicas terapéuticas.
-Aprendizaje de caer en un trance y salir de él a voluntad.
-Prueba pública para demostrar los conocimientos adquiridos.
-Juramento para aplicar lo conocido para el bien público. (C, 2002)
El entrenamiento trabajaba en nivel de autoconsciencia, e igualmente, tomaba un viaje para descubrir el alma y conocer sus poderes, y sus peores temores.
Al igual que el terapeuta, el chaman absorbe una parte de la dolencia del paciente, poniéndose en una situación de riesgo, especialmente por el distrés emocional.
Los chamanes comparten muchos aspectos con los psicoterapeutas en cuanto a lo profesional se refiere, estos hicieron un referente arcaico para las patologías, las etiologías de las enfermedades mentales, y sus conocimientos tienen uso para las creencias folclóricas y medicinales en el Occidente.
Algo que hacían los chamanes era permitir la función catártica, que aplica a la psicoterapia moderna, de igual manera, se buscaban explorar las opciones para aliviar el distrés mental.
En cuanto a lo familiar ahora se refiere, al igual que en tiempos modernos, había jerarquías a nivel familiar, y ellos sostenían que cuando una parte de la estructura jerárquica familiar es afectada, toda la estructura es afectada, tanto en alivio mental y cambios de comportamientos, también tomando los roles colectivos y los patrones de orientación.
El proceso terapéutico que hace el terapeuta moderno, muy fácilmente se le puede otorgar semejanza al chamán antiguo, especialmente dado a que el chamán pretendía llevar a los pacientes a una especie de viaje o trayecto para tratar la dolencia, de igual manera equilibrar los humores de la situación, los rituales pueden ser considerados como ejercicios que harían la familia para trabajar sus problemas emocionales. (Tafoya, 1989).
Dichos trabajos con los chamanes, serían referenciados por Watzlawick, uno de los terapeutas más importantes en la terapia familiar, especialmente, con las intervenciones paradójicas. (Watzlawick, 1974), tomando observaciones a los sistemas de clanes que tenían los Nativos Americanos y sus tribus, como los Indios Cherokee.
Otro aspecto que los chamanes hacían similitud con los terapeutas familiares, era el manejo de lenguaje no verbal, enfatizando su valor, analizando el paralelismo entre indicativos, haciendo un acercamiento entre las culturas, al igual en las enseñanzas a manejar sus emociones y evitar mostrarlas con la finalidad de prevenir que se haga daño o dañe a otros.
Para entender esa evolución, examinamos el contexto de los Nativos Americanos, especialmente cuando empezaron a hacer matrimonio, disciplina infantil, control natal, lidiar con situaciones cotidianas como funerales, etc. Y considerando que las tradiciones orales, se mezclan estas al contraer matrimonio, y desarrollando nuevas reglas y más complejas, algunas acciones requieren elaboradas iniciaciones.
Cuando se hicieron contactos con Nativos, los terapeutas No Nativos eran capaces de sentirse extraños con los apretones de manos, mientras que exploran las adaptaciones entre gestos, ya que los Nativos veían los apretones como forma de dominio. Otro aspecto era, el no seguir el contacto visual, los Nativos no mantenían contacto visual, mostraban más observación pasiva, expresando su subordinación, a contraste del terapeuta, que no dudaba en juzgar al cliente como alguien de bajo afecto y ser hostil.
Analizar la influencia fue algo importante, porque el terapeuta podría asumir cosas erróneas a la hora de comunicarse. Esto, se debe hacer hincapié a la hora de explorar términos y axiomas, entre varios factores:
-Sobre el axioma, es importante no comunicar, muchas veces se analiza la forma de comunicarse de los nativos, evitando el contacto visual, con esto, basado en lo que percibe el cliente, y evitar señalar el terapeuta, esto se puede aplicar en la terapia familiar, siendo importante esto para trabajar las problemáticas familiares.
-La valoración de los problemas presentes, hacen similitud al respecto con el camino que debe seguir tanto el chamán como el paciente, para trabajar este y solucionarlos.
Estos guiados por un profesional para solucionar sabiamente los problemas.
Estas cosas se refieren frecuentemente a las premisas de comunicación que hace hincapié Gregory Bateson, citado por Gerard Salem (Salem, 1990). Ahora, en base a los estudios, otros autores como Chip Chimera (Chimera, 2015), podemos encontrar similitudes en métodos terapéuticos, como los psicodramas, también con trabajos relacionados con la terapia sistémica, los psicodramas tienen momentos compilados por el grupo original de Bateson en Palo Alto, y a su vez, notado en las terapias chamánicas.
Otra tribu que podemos tomar como referente para extraer información, serían los mapuches, especialmente por las chamanas o machis. Los mapuches, especialmente a la diáspora, tienen un análisis basado en la familia extendida, señalando mayormente la autoridad de los familiares de familia extensa, dándole enfoque a la figura materna, a diferencia de las familias tradicionales, los familiares se reúnen y asignan roles generacionales conocidos como kupalme y el caso de los logkos. (Quintriqueo M, 2015) (Mella, 2022).
También cabe destacar que los chamanes eran muy importantes en la sociedad selknam, un pueblo ubicado en Tierra de Fuego, que es un terreno entre Chile y Argentina, siendo modelos de enseñanza, dando preceptos morales y incluyendo modelos familiares, indicando entrenamientos a chamanes en ceremonias, promoviendo la disciplina a las mujeres, la reunión, los poderes sobrenaturales, etc.
Esto tenía que ver con disciplinar a las futuras madres de las tribus.
Los ritos de los mapuches iban asignando machis a las mujeres u hombres afeminados, colocando su moral entre el bien y el mal, siendo autoridades irrefutables, mientras que sus ceremonias como el crecimiento a las niñas, iniciando a las menarcas en los secretos de las mujeres vinculadas a la luna. (Carbonell, 2003).
Los yaganes tenían curanderos, que eran los Yekamush, sanaban enfermos, curaban desequilibrios y invocaban espíritus, el hechicero llamaba a través de un largo canto, buscando auxilio, nada, ni nadie debían distraer su atención con los que pedían ayuda, algo que hace semejanza durante las intervenciones familiares, dado que se hacen en lugares controlados, insonorizados, y tranquilos, para fomentar un sano abordaje terapéutico, estos existieron hasta 1941. (Carbonell, 2003)
Se saben que los chamanes generalmente actúan por las emociones, el campo básico sobre la cual se crea la red de conexiones y prácticas sociales.
Las emociones propulsan estados de consciencia y diferencia de sentimientos.
Cabe mencionar que los chamanes tienden a negociar con espíritus malos y buenos, tratando de transformar las desviaciones, para que los afectados recuperen el orden, raza e identidad, esto también se resalta con el inconsciente colectivo, además de que se tiene que destacar el valor que tienen la genealogía para ellos, esto propulsa importancia para los genogramas que usan los terapeutas familiares, igualmente expresando los sentimientos de forma sistémica, para poder sanar una dolencia que afecte de forma colectiva el orden del sistema, tenían un marcado aprecio a los sistemas como soporte de una comunidad, dada miembro llevando las potencialidad de funcionalidad o disfuncionalidad, sostenidas por sufrimientos o afecciones (Dubois, 2017).
Ahora bien, esto también hace sonarse con las ideas de Salvador Minuchin, ya que al igual que el, los chamanes sostenían que el sufrimiento reprimido afecta al resto, además de que cada uno de los miembros del sistema traen sus capacidades y sus necesidades. (Minuchin S. , 1979) (Minuchin S. y., 1984).
Actualmente, en nuestra vida cotidiana, el pensamiento científico se mezcla con el pensamiento mágico, y viceversa. Un ejemplo sería, cuando nosotros nos quejamos de un dolor por una quemadura, existe un daño físico, pero también es posible que haya sido víctima del mal de ojo producto de una riña. (B., 1999).
El paciente es capaz de venir de cualquier lugar, contexto o reglas, que se ejercen con lenguajes propios, el chamán representa la entrada a esa realidad, en la que buscan la cura, compartiendo signos, interpretando el significado, trabajando el ambiente y el consenso, para co-ayudarse en esa realidad.
- Conclusión.
Podemos observar que los chamanes tienen varias similitudes con los que son terapeutas actuales, similitudes como la necesidad de preparación, en donde se incluye en ponerse en sintonía consigo mismo, el hacer ritos o técnicas con la finalidad de acercarse a lo intangible del ser humano, en solucionar problemáticas en los niveles sistemáticos y comunitarios, como lo pueden ser las familias, que a veces enfrentan disfuncionalidades, estas atribuidas a algo externo que puede ser un malestar, un espíritu, etc.
Más allá de lo que creemos, el ser humano es abierto al pensamiento mágico, y es posible entender que los chamanes, pese al pensamiento mágico, con elementos similares, han hecho un rol que hoy los terapeutas podremos tomar en cuenta.
- Bibliografía
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