El barrio Capotillo es uno de los más populares de la Capital de la República Dominicana, combativo en coyunturas políticas y sociales en el pasado reciente y ahora famoso hasta internacionalmente por la calle 42, espacio por excelencia para los llamados “teteos” y cantera de los llamados artistas urbanos o dembowseros.
Como en las demás calles, La 42 es un espacio de gente laboriosa, pero también de una minoría “del bajo mundo”, de gente que ha perdido el rumbo por el consumo de drogas y alcohol. Para mucho es uno de los lugares más peligrosos, sin embargo, para residentes es una mala fama y consideran la 42 como cualquier otra del sector.
Capotillo es un barrio como cualquier otro con carencias, de personas luchadoras, de comerciantes organizados y juntas de vecinos que lucha por mejorar sus condiciones de vida.
La 42 es una vía corta de menos de 600 metros que limita al sur con la Avenida Duarte y al Norte con la respaldo José Martí. Su popularidad es tal que parte de la intersección con la Respaldo José Martí le llaman la 42. Es un espacio siempre activo, noche y día es lo mismo, gente que “disfruta su vida sin límites”.
Los “truchos”, jóvenes que se embriagan y consumen estupefacientes sin discreción, son los “matatanes” del lugar, el control y al mismo tiempo los vigilantes, son respetados hasta por la propia policía que en muchos casos se hace de la vista gorda.
Muchos están armados en la boca de los callejones con armas blancas y menos visibles de fuego y cualquier extraño que transite por el lugar es sospechoso, pues hay enemigos de otras calles del mismo barrio y de otros sectores.
Es un lugar donde se consiguen estupefacientes con facilidad y las “notas más altas”. Aquí la música moderna como dembow
